Una comedia de mucha, mucha altura, justa y necesaria. Una apuesta teatral arriesgada en forma de retrato irónico y atrevido desde la más sanísima de las autocríticas. Una declaración de amor incondicional ante las virtudes y los defectos. Por fin habla, canta, llora, ríe, explota, se emociona, se abre… y lo que surja, la sevillana que desde hace siglos corona el alma de Sevilla.
A continuación, os dejamos con las fotos del show: