La pasada noche del viernes la cantante menorquina, Chiara Oliver, dio un apasionante concierto que Sevilla jamás olvidará. El concierto fue en la Sala Malandar, que abrió sus puertas a las 21:30 horas, para dar comienzo un poco más tarde de lo previsto, a las 22:15 horas.
Esto pareció importar poco a sus fans, pues estaban tan emocionados de escuchar a la cantante que vitoreaban sus canciones antes de que este empezase. Cuando empezó a sonar la primera nota de La Invitada, una de sus canciones más exitosas de su primer álbum, La Libreta Rosa, la audiencia se dejó llevar por la euforia del momento, haciendo que la sala temblase. Para continuar con el espectáculo, la artista cantó más canciones de este mismo EP como 3 de febrero, Cada Vez. Una de las más esperadas por el público fue El Parque, donde sus seguidores se dejaron la voz acompañando a la estrella musical en la parte de la canción donde canta Violeta Hódar.
Además de cantar canciones de su único disco, a lo largo de esta primera mitad de gira los espectadores han podido escuchar dos canciones que todavía no han salido a la luz como Tulipanes y Tic Tac, que para sorpresa de la cantante todo el público las cantaba igual o incluso con más ímpetu que las primeras. Estas dos canciones no son las únicas que no han salido hasta la fecha, pues cantó canciones que había compuesto durante su estancia en el programa Operación Triunfo como About Time o su famosa canción Guitar Boy, que fue una de las primeras composiciones de la autora en su carrera.
Para continuar con la velada sonaron varias canciones versionadas como Juno de Sabrina Carpenter, This Love de Marrón 5 o la emotiva versión al piano de Como un G de Rosalía, entre otras. La audiencia se quedó impresionada con el acústico que la cantante ofrece, aunque la banda que la acompañaba también estaba a la altura de este evento.

Para disgusto de la audiencia, el final del espectáculo tuvo que verse más acelerado de lo habitual debido a problemas de tiempo. La cantante no pudo cantar varias de sus canciones a las que sus aficionados están acostumbrados a escuchar, por lo que el concierto terminó con una de las piezas más importantes para la artista, A todas las versiones de mí, donde habla de lo importante que es aceptarnos tal y como somos sin pretender buscar la aprobación de todos, cerrando así con este mensaje su concierto.
Lo que podría haber sido luces y sombras, terminando con un sabor amargo, se convirtió únicamente en brillo. Chiara Oliver está tan entregada a sus oyentes que cuando se terminó de desalojar la sala, salió con su guitarra y su banda a la calle a cantar Ronda de más y su primer single como artista en solitario Mala costumbre, haciendo que la noche acabase con un muy buen sabor de boca para su público.