El concierto de Hakuna reunió la pasada noche a miles de jóvenes que no solo disfrutaron de una noche de música, sino que también vivieron una montaña rusa emocional con Arte Cero
El pasado 8 de febrero, el Cartuja Center CITE se convirtió en el epicentro de una noche única llena de energía, emoción y música vibrante. El grupo Hakuna, conocido por su estilo fresco y su habilidad para conectarse con el público, logró llenar el recinto en su totalidad, alcanzando un rotundo sold out. La velada no solo fue una celebración de su música, sino también una experiencia que permitió a los jóvenes disfrutar de un espectáculo donde la alegría, la fe, la emoción y la reflexión se fusionaron en cada acorde.
Hakuna comenzó su actuación con la energética «Enciéndeme», una canción que preparó el terreno para lo que sería una noche inolvidable. Con esta pieza, el grupo no solo aumentó el ánimo del público, sino que también dejó claro que iban a ofrecer una experiencia musical llena de intensidad. A lo largo de la noche, los asistentes disfrutaron de una sucesión de temas que abarcaron distintos estados de ánimo, desde la euforia hasta la profunda reflexión.
En varias ocasiones, el grupo también logró tocar las fibras más sensibles del público con temas de gran carga emocional. «Me Sobrepasa», «Sencillamente» y «Descalzos» fueron canciones que llegaron al corazón de muchos, donde los asistentes se vieron reflejados en las letras, conectando profundamente con los mensajes de vulnerabilidad y esperanza.
No faltaron los momentos más alegres y festivos, como el tema «Forofos», que hizo que el público se entregara completamente a la diversión. En ese momento, la música de Hakuna sirvió como vehículo para que los jóvenes se liberaran de las preocupaciones cotidianas y vivieran el instante con una energía desbordante.
La última canción, «Olor a Tostadas», un tema característico por su ritmo pegajoso y su toque único, dejó una sensación de satisfacción en todos los asistentes, quienes no querían que la noche terminara.