Antoñito Molina ilumina Sevilla en una noche icónica, pero calurosa

El pasado sábado, 14 de junio, Antoñito Molina hizo historia en el Icónica Fest de Sevilla, dejando claro por qué es uno de los artistas más queridos del panorama actual. En un escenario mágico, con la Plaza de España como telón de fondo, presentó su nuevo tour «Me Prometo 2025» ante miles de personas entregadas desde el primer minuto.

La noche arrancó con un mensaje muy especial de Antonio para su gente de Sevilla, un guiño lleno de cariño y agradecimiento. Acto seguido, comenzó la intro que dio paso a La Aventura, tema con el que ya se encendieron los primeros sparkulars, encendiendo también a un público que no dejó de cantar ni un segundo. La conexión entre artista y fans fue total desde el inicio.

Después vinieron temas como Supongo y Hubo un Tiempo, este último con Antonio hablando directamente al público, visiblemente emocionado. Su capacidad para combinar lo íntimo con lo festivo fue uno de los puntos fuertes del concierto. Con Te Comes por Dentro y No Le Digas Más a Nadie, el ambiente se volvió eléctrico. Todo el mundo estaba en pie, cantando a pleno pulmón.

Uno de los momentos más potentes fue De Qué Te Vale, con un solo de Pepe que se llevó una ovación brutal. Más tarde, Me Subo por las Paredes volvió a llenar el cielo de chispas con los sparkulars, mientras que Mi Escondite incluyó un solo de percusión y el primer cambio de ropa de la noche, marcando el paso a una nueva etapa del show: la parte canalla.

Aquí todo se desató. El Club de los Soñadores, Patatín Patatán, Vivir Conmigo y Me Estoy Volviendo Loco fueron una auténtica fiesta. Bailes, saltos, sonrisas por todos lados. Y con No Estamos Locos, el recinto parecía un karaoke gigante. No faltaron los momentos especiales como Canción Sevilla, donde Antonio se quedó solo al piano y volvió a emocionar a todos, justo antes de Yo Soy Pa Ti, que marcó otro cambio de ropa, la entrada de la banda y un nuevo solo de Pepe.

El tramo final fue pura energía: Trampolín y Lo Que Surja sirvieron para presentar a su banda, demostrando la química y el nivelazo que tienen todos sobre el escenario. Después llegó Y Te Voy a Querer, y el que parecía el cierre, Ya No Me Muero Por Nadie, volvió a hacer estallar los sparkulars, levantando al público por última vez… o eso creían.

Porque quedaban los bises, y ahí llegó la traca final: Me Prometo, que puso nombre y alma a la gira, Laberinto y, como broche de oro, Por Si Mañana, con sparkulars, luces y emociones a flor de piel. Fue una despedida de esas que no se olvidan, con el público completamente entregado.

Antoñito Molina no solo dio un concierto: dio una noche inolvidable. Voz, banda, escenografía, emoción y arte a raudales. Sevilla lo abrazó… y él respondió con el corazón.

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