La cómica jerezana sorprende a propios y extraños con su sentido del humor irónico y valiente en su nuevo show
Patricia Galván es una cómica, actriz y presentadora Jerezana, que desde su paso por Got Talent en 2018 no para de crecer a pasos agigantados. La andaluza destaca en el escenario por su espontaneidad y gracia natural. Tanto es así, que tras varios años dedicándose al stand up, ha decidido emprender un proyecto realmente arriesgado, su nuevo show Hardcore: Un monologo fuertecito. En este espectáculo da rienda suelta a su creatividad y a su capacidad de improvisación.
ATREVIDO E ÍNTIMO
Sevilla ha recibido con los brazos abiertos a la cómica este sábado 9 de marzo en el auditorio Nissan Cartuja. Galván ha demostrado la personalidad y el carácter tanto de ella como de su humor, tratando de llevar al límite lo que comprendemos como “correcto”. Lo cierto es que la jerezana no tiene pelos en la lengua, y es esto mismo lo que la define como artista, la libertad con la que trata una cantidad inmensa de temas. Muchos de estos temas son realmente complejos y hay que saber llevarlos con elegancia.
El hecho que realmente marca la diferencia es que la primera persona del show que se ríe de sí misma y habla de sus experiencias con total naturalidad es la misma Patricia Galván. El monólogo estuvo muy cargado de sentimientos y situaciones personales, de las que la protagonista del show siempre lograba sacar partido gracias a sus ocurrencias e imitaciones, derivando en una sonrisa o carcajada del público.
Si existe una palabra que define Hardcore: Un monologo fuertecito, es atrevido. Durante la hora y media de duración del espectáculo Patricia Galván dibuja un paisaje de acción y dinamismo que atrapa a los espectadores. Sin embargo, a pesar de todo el movimiento que posee la obra, en ningún momento se siente fría ni forzada, sino todo lo contrario. El Nissan Cartuja se convirtió por un momento en un confesionario, donde Patricia y el público contaban sus experiencias vitales y sus opiniones respecto a cuestiones cotidianas. Esta sensación que envolvió cada asiento del auditorio es otra “marca de la casa” de la jerezana, pues acompasar toda la acción del monologo con un ambiente seguro es realmente difícil. Además, estas dos sensaciones van de la mano y se retroalimentan, haciendo que cuanto más seguro se sienta el público, con más firmeza participe.
Los espectadores de la obra quedaron realmente satisfechos tras la finalización de esta. Desde Sevilla en hora recogimos la declaración de una persona del público: «La primera impresión que me ha dado es que es una chica muy rápida de mente, de hecho, se ha quedado con los nombres de la gente que ha hablado a la primera. Ha sabido darle mucho juego a la gente. Yo no sabía que el público iba a participar en la actuación y me ha parecido fantástico. Y bueno, en general, las personas han disfrutado y yo me he reído muchísimo, no pido más».
RENACER A TRAVÉS DEL HUMOR
Patricia Galván no ha tenido una vida fácil. La artista nació en Jerez en 1987, en el seno de una familia bastante peculiar, ya que esta es mormona. Por otra parte, la jerezana es gitana, de origen judío y bisexual. Vivir en un ambiente tan diferente al del resto de niños hizo que sufriese acoso escolar. Con la llegada de la adolescencia uno empieza a descubrir su orientación sexual, lo que provoco confusión y un enorme sentimiento de culpa a la cómica, sentimiento de culpa que se prolongaría hasta bien entrada la edad adulta.
Su trabajo también fue motivo de queja para su entorno. La vida de artista y de la farándula no es vista con buenos ojos en ese entorno, incluso su familia lo llevó con cierto resquicio al principio. Con el paso del tiempo, ella ha aprendido a quererse a sí misma y a valorar todo lo que es y lo que representa para todos los colectivos a los que pertenece.
Tal vez esa sea la esencia de Patricia Galván. Su vida ha estado marcada por situaciones extrañas para el resto, pero comunes para ella. Tal vez eso permitió que tuviese la mente abierta y las ideas rápidas. Tal vez fue la broma, el chiste y la carcajada final donde encontraba un hogar. Tal vez su vida ha acompañado al chiste y el chiste ha acompañado a su vida. Tal vez no hubo problema que el humor no pudiera arreglar. Tal vez entendió antes que nadie la ironía de la vida, y tal vez, ahora, tan solo trata de demostrarnosla.