El argentino vino a Sevilla a realizar su show «El unipersonal de Luciano Mellera». Durante este pudo demostrar su ingenio, agilidad mental y habilidad natural para hacer lo que más feliz hace a las personas, hacer reír
Durante la última década la cultura y los artistas argentinos han dado un enorme paso hacia delante, llegando a popularizarse en todo el mundo hispanohablante. Lo más destacado respecto a este fenómeno suele ser la música, concretamente la denominada “música urbana”. Sin embargo, este movimiento se ha expandido a todos los ámbitos. Entre ellos se encuentra el stand up, sobre todo aquel en el que hay una enorme importancia en la improvisación del humorista y en las conversaciones entre artista y público.
Luciano Mellera hizo sold out, y lo cierto es que su monólogo no fue para menos. Por un lado, es muy curiosa su forma de enfocar el humor y de hacer reír. En esta nueva corriente del monólogo en la que la improvisación se dobla en importancia y el público no solo se comporta como un mero espectador, sino que participa y charla con el propio humorista, lo corriente es hacer preguntas cotidianas, y desde ahí, tratar de descontextualizar y extraer risas, como si de un minero picando piedra se tratase. No obstante, el protagonista de nuestro show no hace exactamente eso, él es profundamente observador y reflexivo. Es decir, no trata de ver lo que el resto de personas no ven, sino que trata de pensar lo que el resto del mundo no piensa sobre aquellas cosas que son fáciles de ver y entender. De hecho, si el humor del artista se tuviese que definir con una única palabra, indudablemente, sería observador.
Los chistes del argentino son rápidos, ágiles, estructurados y con la chispa natural de la improvisación. Ya que este es otro factor fundamental que se vio durante la función. Esas charlas y preguntas constantes hacen que los comentarios de Mellera salgan de su boca con total fluidez y gracia. De hecho, el humorista tiene puntos de una enorme creatividad, pues no solo charla con sus fans, sino que también los hace conversar entre ellos o incluso los confronta. Todo eso mezclado con que al sudamericano no se le escapa una, ya que está permanentemente retrocediendo a los chistes y las experiencias contadas durante el mismo show, crea un ambiente de casi reunión familiar. El auditorio Nissan Cartuja se transformó por una hora y media en un lugar donde todas las personas tenían cabida, protagonismo, tolerancia y ante todo, risas.
En definitiva, Luciano Mellera es un artistazo de pies a cabeza que le saca partido a todo para generar una carcajada. Está constantemente retorciéndose la cabeza para sacar petróleo de cualquier situación. Es esto lo que lo define como cómico, genuino, capaz, activo y natural.
